Elisa Cabezón (29): “Hay mucha evidencia sobre los desafíos de Chile, pero falta bajarla y aterrizarla”
Como parte de nuestra edición aniversario, a la que hemos llamado “Visiones de futuro”, reunimos a un destacado grupo de hombres y mujeres Sub35 (con 35 años o menos), líderes en diversos sectores, quienes perfilan el país desde su área de conocimiento. Aquí comparten sus definiciones.
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Ingeniera comercial con magíster en Economía y Directora de Evidencia en Pivotes, Elisa Cabezón, está encargada de cubrir el área de empleo formal y seguridad social. Es profesora de Introducción a la Economía en la Universidad Católica.
Comunicación sencilla
- “Somos pocos los que hacemos esta pega de comunicar”, reconoce, afirmando que hay muchos que se dedican a hacer análisis e investigaciones. Para Elisa, explicar algo en fácil, aclarar fake news, aterrizar temas complejos en lenguaje más sencillo, con números más concretos y fáciles de procesar, quita mucha energía y tiempo. En ese contexto cree que tiene una gran ventaja en la labor que hace desde Pivotes. “Cuando estaba en el Gobierno percibí que gran parte de la población desconfiaba de los técnicos y de los académicos, porque por una parte no entienden muy bien lo que ellos hablan”, comenta. Por eso, la economista cree que acercando ambas partes, se logra bajar la barrera de desconfianza. “Es una pega muy desafiante, muy entretenida y yo creo que es muy necesaria para el país”, reconoce, destacando que han hecho mucho y que se puede seguir haciendo mucho más.
Enamorada de las políticas públicas
Elisa Cabezón tiene 29 años y desde que era pequeña le encantaban las matemáticas, aunque -a su juicio- no era especialmente talentosa, si no que más bien estudiosa y esforzada. Tras su primer ramo de economía en el colegio se dio cuenta de que los modelos económicos también se podían aplicar en lo cotidiano, por lo que decidió estudiar ingeniería comercial en la Pontificia Universidad Católica de Chile con mención en Economía. Luego de egresar y realizar un magíster en Economía en su casa de estudios, Elisa afirma que quería trabajar en el mundo privado, pero entre postulaciones y entrevistas de trabajo, la aceptaron dentro de la Secretaría General de la Presidencia (Segpres) en el Gobierno de Piñera II. Sin estar muy convencida, aceptó el puesto en el Gobierno y fue ahí donde conoció y se enamoró del mundo de las políticas públicas. Estuvo dos años y medio como asesora económica en política públicas en la Segpres, donde le tocó trabajar con un equipo de personas que -para Elisa- estaban y están muy comprometidas con Chile, y “ese compromiso fue como un bichito que me picó y me hizo comprometerme mucho con el país también”, dice. “Encontré que hay mucha variedad de temas y mucha oportunidad de hacer análisis y propuestas”, asegura.
Directora de Evidencia en Pivotes
Cuando terminó el Gobierno de Piñera, siguió en el mundo de políticas públicas. Ingresó a Pivotes, fundación en la que se encuentra actualmente a tiempo completo como Directora de Evidencia. Desde ahí, busca comunicar de manera fácil la parte económica de las políticas públicas del país: “Hay mucha evidencia sobre los desafíos de Chile, pero creo que falta bajarla y aterrizarla en un lenguaje más sencillo y más concreto para así comunicarla al público general”, sostiene. Ella se encarga de cubrir el área de empleo formal y seguridad social, uno de los cuatro temas que ven en Pivotes. “Si hay un tema que me gusta mucho es el tema de empleo formal y de pensiones, por un tema muy sencillo: en Chile hay muchos datos y mucha evidencia sobre estas materias”, valoró Elisa. Actualmente también hace clases de Introducción a la Economía en la Universidad Católica y trata de transmitir la misma fascinación que siente ella por esta ciencia a sus alumnos.
Debate de políticas públicas paralizado
- Elisa ve que el debate de las políticas públicas está paralizado en el sistema político. Esto lo atribuye a que “algunos -no todos- ven más el corto que el largo plazo en las reformas que aprueban”. En ese sentido le preocupa que Chile esté estancado en su crecimiento económico hace 10 años. “Esta extensión no es normal en el ámbito internacional”, advierte, y señala que a su juicio falta implementar o hacer cambios concretos en nuestras políticas públicas para destrabar el crecimiento de Chile. “Un país estancado se traduce en menos oportunidades de desarrollo de las personas y también puede traer muchas frustraciones en la población, lo que lleva a que los políticos solamente aprueben políticas de corto plazo y no de largo plazo”, manifiesta. En esa línea, dice que cuando habla con técnicos “hay mucho más consenso que discrepancias sobre lo que debemos hacer. La discrepancia se da en el debate político”, explica y, en ese sentido, plantea que “hay un gran espacio para comunicar de forma cercana la evidencia existente para así acercarlos al público general y también a los políticos, para ayudar a que el debate sea más fácil”.